Asesinato de Abejas
Y así fue como todo voló por los aires, nuestros cuerpos estaban rodeados de abejas peludas que asustaban con sus aguijones. Seguro no entienden de lo que hablo…. Así que les voy a contar mi historia.
Todo comenzó cuando unas estúpidas abejas atacaron a mi Madre, causándole una muerte lenta y dolorosa por la cual les deseo la muerte. Mi madre fue atacada brutalmente al intentar conseguir el ADN de unas abejas que habían estado comportándose raro. Al intentarlo, las abejas se volvieron contra ella y la atacaron picándola hasta la muerte.
Desde ese momento jure que iba a conseguir la poción para convertirme en abeja y al estar dentro del panal destruirlo de la manera que sea pero exterminándolas a todas las malditas abejas de ese panal. Buscando y buscando por internet logre por fin encontrar a una científica loca que vivía en Brandsen al igual que yo. Logre contactarla y resulta que ella también estaba inventando una inyección para transformar a un hombre en un insecto, solo necesitaba una parte de ese animal, yo le prometí llevarle un aguijón. Al día siguiente no podía dormir y pensé que para conseguir un aguijón no podía sacársela a una, solo se me ocurrió entrar a la tumba de mi madre y sacarle los aguijones que estaban incrustados en su cuerpo. Después de convencer a mis hermanos de que me dejen abrir la tumba de nuestra madre, rápidamente salí para el cementerio, al llegar recordé el numero de tumba que era 359. Al encontrar su tumba, excave hasta llegar al ataúd, lo abrí y recogí todos los aguijones que se hallaban en el cuerpo de mi madre. Cuando termine la excavación ya era de noche entonces llame Eliana y le dije que hoy no iba a poder llevarle los aguijones. Al otro día lo primero que hice sin desayunar, rápidamente le lleve los aguijones al su laboratorio. Ella me dijo que necesitaba dos días para terminar la poción, ya que la tenía que dejar reposar un día y medio. Luego se me ocurrió que ella podía hacer bombas en miniatura para exterminar a esas estúpidas abejas arruina familias y me dijo que iba a tardar dos días más pero que iba a ser posible. Al parecer ella era una experta bombardera de las guerras entre Afganistán e Irán. A los cuatro días fui a su laboratorio y ella me tenía preparado el mejor arsenal de bombas y armas en miniatura existentes y me dijo que como yo le lleve muchos aguijones, le sobraron y entonces hizo más poción, ella planeaba venir conmigo. Es decir, más muerte de abejas. Esta inyección duraba 24 horas es decir teníamos 24 horas para exterminar abejas sin cesar. Eliana me dijo que necesitaba un día más para terminar el arsenal de armas. Al siguiente día, Eliana me llamó y me dijo que ya estaba todo listo, lo cual me puso contento y salí disparado hacia a su casa. Al llegar me sorprendí por la cantidad de armas y inyección que Eliana había creado para nosotros. Nos equipamos y salimos hacia el panal del cual habían salido las abejas que le causaron la muerte a mi Madre, al estar allí, nos inyectamos, era una sustancia viscosa y pegajosa. A partir de allí comenzamos a transformarnos, de repente, nuestros cuerpos comenzaron a temblar, franjas amarillas y negras brotaron de nuestros cuerpos, nos encogimos y muchos pelos comenzaron a salir de nuestros pequeños cuerpos y finalmente, un aguijón salió de nuestros pequeños traseros. Allí adentro, comenzamos a disparar a cada cosa que se movía, no dejamos ningún ser vivo respirando, pero, luego de unos minutos, comenzaron a salir más y más abejas de una gran parte del panal. Al parecer, allí se encontraba la abeja reina nuestra intensión era matarla para que no nacieran más abejas. Fuimos a esa sala y allí se encontraba, enorme, peluda y con un enorme aguijón. Luego de varios disparos y explosiones, logramos matarla y esas estúpidas abejas dejaron de nacer. Nos quedamos comiendo miel hasta la noche, allí nos transformamos y todo el panal voló por los aires, Eliana y yo terminamos rodeados de abejas muertas y de miel. Allí le pregunte porque me ayudo y me respondió que su única motivación en la vida era matar abejas todo por un sueño que ella tuvo cuando era niña en el cual la asesinaban un enjambre de abejas, ese sueño la persiguió de por vida. A partir de eso, nos enamoramos profundamente y luego de 8 meses le propuse casamiento, ella me dijo que no, pero que no era yo, que era ella. Yo opte por suicidarme ya que no podía soportar el rechazo. Al parecer ella huyo a la Antártida en donde comenzó una vida nueva. Y así termina mi historia
Muy buen trabajo.
ResponderEliminarDestaco el principio in media res, que invita a seguir leyendo. Es bueno el detalle de ponerle mayúsculas a la palabra Madre, el discurso psicopatológico del narrador también está bien logrado.
Falta trabajar la división en párrafos, al parecer sólo hay dos y el segundo es muy extenso. Insisto en que la palabra "poción" los aleja un poco del tono científico, ya que se relaciona con un universo mágico.
8 (ocho)